Queda clara la gran la calidad técnica de las imágenes y un estilo propio en la dirección, como se puede comprobar por ejemplo en la escena del angustioso baile de los soldados a camara lenta. Pero cojea en la relación poco creíble entre el protagonista, Rupert Evans (un clon de Brad Pitt en Babel, pero canijo, canijo), y Natalia Verbeke, que no tiene mucha credibilidad como cubana y no trasmite todo el encanto que necesitaba su personaje. Además, parecía transformarse cada vez que tenía una conversación con el veterano actor inglés Derek Jacobi.
Uno de los elementos más destacable de la película es la música de Rich File, que apunta junto con otros apartados técnicos a llevarse algún premio. Me pareció escuchar en una escena la voz de Róisín Murphy, pero conozco muy bien su disco en solitario y los de Moloko y además no aparecía su nombre en los créditos.
En definitiva, Arritmia, una película atípica no sólo para este festival sino también para el paronama actual del cine español, te deja un poco frío, con mal cuerpo y apunta buenos resultados, pero no logra alcanzarlos.
Puntuación: 6
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