Especial Volta: El disco

Cuando Björk presentaba ante los medios Vespertine en el verano de 2001, afirmaba con modestia, en relación a su plena madurez artística y comercial, que le quedaba mucho camino por delante y que esperaba hacer varios discos interesantes más antes del disco realmente bueno. Años más tarde llegaron dos de esos discos, Medúlla y Drawing Restraint 9, que gustarán más o menos, pero interesantes son un buen rato.
Si has escuchado Volta, ya habrás deducido que no se trata de esa obra brillante que afortunadamente ella espera todavía ofrecernos algún día. Por momentos parece devolvernos a la Björk más accesible y pop de sus tres primeros álbumes; pero es un espejismo porque a partir de la pista 5 regresa en cierta manera al hermetismo de sus dos antecesores. Se comentaba que la novedad o elemento principal del disco eran las percusiones y ritmos tribales. Para mí, lo es más la presencia de los metales, que o bien te entusiasman o te irritan.
Algo que me ocurre con Björk cada vez que publica nuevo disco es que me entran más ganas de escuchar el anterior y echo de menos esos sonidos en el nuevo. Por eso creo que ahora valoro de otra forma el DR9 y el Medúlla. Volta me gusta más y lo escucho más que esos dos discos en su momento, pero también pienso que no es el camino adecuado para una artista que intenta evolucionar con cada trabajo. El nuevo disco no supone ningún paso adelante ni tampoco el paso atrás que antes comentaba. Es como un parón artístico. Vamos que si yo fuera Björk Guðmundsdóttir estaría ahora mismo super desorientado.
Ella se exige demasiado a sí misma en cada disco y al final eso condiciona el resultado definitivo. Aparte, también nosotros esperamos mucho de cada nuevo material que nos ofrece y al final nos decepciona un poco o no nos interesa tanto como pensábamos. A eso podemos añadir que en los últimos años han aparecido grupos con discos y/o canciones que muchos desearíamos para Björk: CocoRosie, The Knife, Róisín Murphy, Junior Boys... incluso el de Thom Yorke en solitario. Da un poco de rabia cuando escuchas un nuevo disco de la "islandensa" y te das cuenta de que no te emociona, no te sorprende o no te llena tanto como los de esos artistas.

Lo mejor: Que la estructura del disco me recuerda a Homogenic. Diez canciones de las cuales las 4 primeras son imprescindibles y un cierre semejante. Del caos de Declare Independence y Pluto se pasa a la calma final de My Juvenile y All Is Full Of Love.

En fin, me gusta valorar los discos de Björk cuando pasa bastante tiempo, ahora tan cercano no me siento capaz. Pero haciendo la media de las puntuaciones que he puesto a las canciones me sale un 7,3. Podría redondear para arriba, pero un 7,5 me parece excesivo para Volta. Un notable justito creo que es lo más razonable por el momento.
Con este post, doy por finalizado el especial dedicado a Volta, disco del que espero no volver a hablar hasta que pase el concierto de Björk en Madrid. Este final me ha quedado muy Antonio Gasset.

Puntuación: 7